Yo lo llamaría amor, pero esto que se cuaja lentamente,
esto que seduce mis sienes a un fuga tan lejana.
Esta sensación de mis ayeres que emana adyacente
a una extraña melancolía que se disfraza de placer.
Contundencia que se acumula con los años, que desvanece
el oprobio de mis dolos y mis miedos, cómplices de la desdicha.
Esta endógena apariencia que en mis llantos reverdece,
alimenta esperanzas, satisface las burdas fantasías de mi dicha.
Ondea su sustancia en mis ojos lustrados de inocencia,
este sentimiento es una plaga que consume sin resistencia mis interiores,
mis huecos no se ahonda aunque cabe en ellos,
mis lagrimas no cesan pero estas riegan mis sueños.
Y no puedo ser más feliz; el tope del cielo me lo impide,
y es tan fácil tomar una estrella, esta tan fácil acariciar el sol.
Incendia mi vida sólo un instante que siempre decide,
siempre resuelve que vuelva a vivir bajo el azul tornasol.
Yo lo llamaría amor, aunque buscaría escuchar tus labios,
buscaría un pedazo de tus manos en un fragmento de mi piel,
y todos mis tormentos se acabarán, cuan calma en el viento,
mis días comenzarán, nuevos y renovados estoy seguro.
Nunca esperaría el desazón y esta maña de cocinar los sentimientos,
seguiría hasta donde me alcanzará la lucidez de mi memoria.
Y desgajaré margaritas o gerberas, cualquiera que ellas fuera,
siempre seria la misma intención, percibir lo de ahora.
Yo no lo inventé; es algo que se dio, algo que cambio mis pupilas,
algo que floreció en la banqueta, que nadie notó y nadie apreció.
Eras la tarde más larga y crepuscular que pude alucinar,
lo hora más querida, las idea más sensata que se me apareció.
Y quiero que sea todo, el universo, el infinito, lo inalcanzable,
lo que los mortales como yo no podemos obtener o alcanzar.
Estiro mis manos, buscando un poco de pan que muero de hambre,
espero satisfacer la necesidad de estar adormecido del enamoramiento.
1 comentario:
Es un poema cadencioso, que invita a abandonarse al amor, que florece donde uno no se imagina.
simplemente cautivador.
está muy bien escrito, porque logra una identificación simple y directa.
felicidades Isauro
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